Dejando que las palabras,
rozaran la última locura
se sentían las miradas,
se mascaba la duda.
Se rompía un corazón
al compás del olvido
en ese mismo instante
que “hasta siempre” te decía.
Y solo un breve compás de espera
para que el silencio repitiera
“nunca serán tuyas sus
miradas”
“nunca serán suyas tus
palabras”
“nunca volverán a cruzarse
nuestras vidas”
“nunca podremos ser ni yo tuyo, ni
tu mía”.
Extraido del poemario "El invierno en llamas" Mikel L.P (2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario