sábado, agosto 26, 2006

La memoria Frágil (II)

Tal vez, fue el llegar a pensar que todavía existía algo entre vosotros dos lo que te llevo a decir aquello, aún creías que entre los dos seguía existiendo ese vinculo de amor, pero era evidente que en su vida ya había otra persona, era algo tan claro, que habías tardado seis meses en empezar a darse cuenta de que todo había acabado para siempre. Las llamadas de teléfono, su risa, encerrada en la habitación, mientras tu fregabas la vajilla, vuestra vajillas, para que ella estaría descuidada, para poder entregarse en todo su tiempo a preparar aquellas oposiciones.
Quizás es eso lo que mas te dolió, que te negara el derecho a alegrarte por ella, a desear que aprobara ese examen. "No te entiendo" te decía, y tu la explicabas una y otra vez que aunque no estabais juntos como pareja, aún la seguías queriendo, querías lo mejor para ella . . . . te lo advirtieron, siempre fue una persona muy inteligente, pero tambien egoísta. A ella solo le importa ella misma, y no iba a esperar siquiera a que dejarais el piso para buscarte sustituto, por mucho te que dijera " no necesito estar con nadie".
Recuerdas su cuerpo desnudo, noche tras noche, tu la mirabas, ya no decías nada. Al principio la pedíste por favor que se pusiera un pijama, ya que no te parecía bien que ella se paseara así por la habitación de vuestro pequeño piso. Ella hizo caso omiso de tu petición, le divertía. Al principio te dio rabia ya que ella siempre se salía con la suya, luego dejaste de darle importancia; por eso mismo te dio un vuelco el corazón aquella noche de junio, cuando ella apareció en la habitación, después de salir del baño, con el pijama puesto. Aquella noche se que no dormiste.

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